Conciencia Pura. Existe una inteligencia en el universo, la manifestación de la fuente, de la energía que mueve todo.
El orden misterioso que nos ha cautivo siempre, la misteriosa fuerza que nosotros somos.
Cambiar la forma de pensar, tanto la dimensión de cosas que veo, como la realidad de fenómenos que no se ven.
Igual que entreno mi cuerpo, entreno mi mente.
La incapacidad de experimentar nuestra propia naturaleza y reconocerlo en el espejo de los demás, nos limita mucho. Tener la posibilidad de observar el despertar de la conciencia en todos los seres que nos rodean, pues sólo hay una conciencia, es descollante. Es inútil, creer que somos superiores o inferiores, simplemente todos somos únicos. Cuando la conciencia cambia, transforma el mundo.
La mente tiene que poner foco, enfocarse con el campo vibratorio que une todo el campo cuántico. Hay que hacer pausa para sentir nuestra esencia. Todo está unido, expandiéndose dentro de nosotros, el pensamiento y la forma de observar el mundo deja de estar condicionada por creencias.
Encajar la llegada del momento en que dejo de identificarme con mis pensamientos es un acto capital, para alejar la ignorancia ciega del Ego. Acabar con el proceso constante del sistema egoico, instalado con el propósito de crear resistencia contra mí mismo. La incapacidad de reconocer esto en todo lo que observo del mundo, me genera la vuelta hacia el programa Ego.
La descodificación de los programas, primero el programa transgeneracional o ancestral, después el programa adquirido en los primeros años de la infancia, incluido, el tiempo fundamental de la vida intrauterina, nos permite aceptar el mundo del cambio.
Me comprometo a ser útil y ayudar a conocer la vía de la conciencia.