Los seres vivos formamos un todo integrado con el Universo que nos envuelve y dependemos de numerosos procesos químicos y bioquímicos.
Lo que quiero decir es, que todos los seres vivos somos absolutamente dependientes de las características de nuestro planeta: la Madre Tierra. Realidades como la gravedad, la temperatura, la presión atmosférica, la iluminación, irradiación solar, las mutaciones, las radiaciones de minerales terrestres, las ondas y campos electromagnéticos, las sentimos a diario.
Cuando, el físico alemán Schumann, descubre que la tierra posee un campo electromagnético propio que la recubre y emite una vibración resonante que se forma entre el suelo y la parte inferior de la ionosfera situada a unos 100km por encima de nosotros, empecé a pensar cómo nos llega información.
La onda de resonancia de Schumann, funciona en una frecuencia de 7,83 hz. Esta vibración está en las personas, animales y plantas.
Algunos autores creen que en los últimos años esta frecuencia comenzó a aumentar llegando a los 11 hertz.
Por este motivo, se sospecha, que existen las perturbaciones climáticas, trastornos y enfermedades en las personas y una incrementada aceleración del tiempo en el cual vivimos.
Se ha comprobado que no podemos ser saludables fuera de esta frecuencia biológica natural. Siempre. por ejemplo, que los astronautas, en los viajes espaciales, quedaban fuera de la resonancia Schumann, enfermaban. Pero sometidos a la acción de las “ondas de resonancia Schumann” recuperaban el equilibrio y la salud.
El ser vegetal y la naturaleza se comunica dentro del rango de ondas theta entre 4-8 Hz, dentro de la resonancia de Schumann 7,83 Hz. Después de dormir a pierna suelta, entramos en ondas theta, las mismas que emanan de la naturaleza y empiezan los sueños, es precisamente en este mundo Theta cuando soñamos.
La información contenida en los sueños, durante los ciclos cerebrales 7,83 Hz, no es más que la información de nuestro inconsciente y el vasto mundo de la resonancia Schumann, contenida en la ionosfera durante millones de años.
Esta vibración es considerada el estado natural de todo. Entender mejor esta dependencia y adaptación entre los seres vivos y la Tierra, es fundamental para entender nuestra conexión con los minerales, el mundo vegetal y el animal.