El aprendizaje social y emocional, según la neurociencia y neuropsicología está rediseñando la educación, pues realmente lo importante es la inteligencia emocional frente al coeficiente intelectual. La inteligencia nunca es algo fijo.
La ciencia está confirmando que la gestión de las emociones básicas, debería preceder a la enseñanza de valores y, por supuesto, de contenidos académicos, los niños se juegan con ello su vida de adultos y personas estables. Richard Davidson
La escuela como la entendemos hoy es una ineficaz herramienta para enfrentarnos a lo cotidiano.
La infancia tenía que estar dedicada al aprendizaje de la capacidad de manejar las emociones negativas. Las habilidades, para que cuando tengamos una adversidad, ésta no permanezca más de lo necesario, más tiempo del que debiera sobre nuestro corazón y energía.
Estas emociones interfieren en la capacidad del aprendizaje en los niños. Cuando las emociones negativas bloquean el aprendizaje, a todos nos resultan mucho más difícil estar concentrados y realizar las actividades.
Lo valioso es realmente sencillo. Ama, valora, potencia. Sin amar al otro es imposible avanzar. La educación es la pasión por aprender y amar a quienes aprenden.